No brillaron Messi, Cristiano Ronaldo, Rooney, Kak??, Ribery, Pirlo y Drogba, pero el Mundial est?? muy lejos de ser un fiasco futbol??stico. Que varias figuras estuvieran por debajo de las expectativas no implica una consideraci??n negativa o desalentadora sobre lo que se est?? viendo. Quiz??s esas decepciones individuales sean un s??ntoma de algo m??s importante que est?? ocurriendo: se imponen el valor del equipo, el sentido colectivo, los proyectos que llevan un largo tiempo de desarrollo al servicio de una idea de juego que es interpretada y defendida con conciencia de grupo. En un partido eliminatorio, puede haber muchos imponderables que tiran por la borda a la l??gica o desaf??an al esquema m??s aceitado, pero hasta aqu?? el Mundial no premi?? a la improvisaci??n, a la inspiraci??n como una ??nica receta ni a los equipos que se autogestionan exclusivamente por sus jugadores, sin un plan que baje desde la conducci??n. Seguramente, ??stas son las razones por las cuales el seleccionado se volvi?? a la Argentina el domingo, una semana antes de la final. Continue reading