Así lo autorizó la Legislatura porteña. El dinero será destinado a obras, como el rediseño de la autopista Dellepiane.
La legislatura porteña autorizó hoy al gobierno de la ciudad a endeudarse por 75 millones de dólares.
Lo hizo con 42 votos afirmativos de los 52 totales, para otordar el permiso para financiar obras de infraestructura a cargo de la empresa Autopistas Urbanas SA (AUSA).
La mayor inversión se la llevaría el rediseño de la autopista Dellepiane en donde prometen continuar con el trazado de colectoras, la construcción de un puente y la incorporación de un carril exclusivo para transporte público. En tanto, se modificaron las otras obras que integrarían el plan.
De acuerdo al proyecto aprobado, también financiarán el puente bajo nivel Bosch que conecta la avenida Pedro de Mendoza con la calle Algarrobo, en Barracas, y los paso bajo nivel de las calles García Lorca, en Caballito; Irigoyen, en el límite de los barrios de Villa Luro y Vélez Sarsfield; y el peatonal sobre la avenida Del Fomentista en Villa Pueyrredón. Sumaron uno en las calles Marcos Sastre y Empedrado.
Durante la presentación en la Comisión de Presupuesto a principios de julio pasado, el ministro de Infraestructura porteño, Pablo Bereciartúa, informó que el plan será financiado con un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF), el banco multilateral de desarrollo que apoya a los países de América Latina.
Del bloque de Unión por la Patria sólo se abstuvo Graciana Peñafort. “Nosotros estamos a favor del crédito y estamos a favor de la obra pública. El crédito es un crédito correcto, no nos podemos oponer”, apuntó Claudia Neira, vicepresidenta del bloque y pidió que se mantengan las mesas de diálogos con los vecinos.
Las críticas de la oposición, de todos modos, se centraron en el manejo de los fondos y también en la planificación de las obras para el distrito porteño.
Por su parte Gabriel Solano, del Partido Obrero-Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT), que votó en contra, cuestionó: “¿La obra está bien o está mal? Estamos hablando específicamente a las obras del ferrocarril Sarmiento de cuál iba a ser la solución a esto. Se anunciaron una y otra vez el inicio de obra. Empezaron en el 2006. Se nos quiere meter ahora como una obra a financiar con deuda estos sapitos que no dan una solución a cómo la ciudad está partida por el ferrocarril Sarmiento y que tenia que estar solucionada con una obra de otra envergadura. Los vecinos frente a esto piden que si no se hace el soterramiento por un tema de financiamiento se avance con trincheras”.
“Todos los que se planteó en la Argentina en los últimos años no se hizo. Y después termina esto en obras que no corresponde hacer y que termina perjudicando a los vecinos”, cerró.