Se trata de una iniciativa mundial que se denomina QUALI-DEC, y que en Argentina la lleva adelante el Centro Rosarino de Estudios Perinatales en conjunto con el Área Materno Infantil del Ministerio de Salud del GCBA.
Equipos de los Hospitales de la Ciudad que participan en el proyecto QUALI-DEC junto a los integrantes del Centro Rosarino de Estudios Perinatales Actualmente, en Argentina la tasa de cesáreas ronda el 35%; a nivel mundial se observa que, por distintas causas, este dato aumenta 1% por año. Si bien, los especialistas sostienen que es una práctica que llegó para salvar vidas, con estos índices comienzan a crecer los riesgos para las madres e hijos. En este contexto, fueron elegidos ocho Hospitales Públicos de la Ciudad de Buenos Aires para llevar a cabo un proyecto impulsado por la Organización Mundial de la Salud, que tiene como objetivo reducir la cantidad de “cesáreas innecesarias”, dando aún más información a las mujeres embarazadas y un acompañamiento constante por parte de los médicos que evalúan todo el embarazo. En Argentina, la iniciativa, que ya se replica en otros países del mundo, la coordina el Centro Rosarino de Estudios Perinatales (CREP), y su nombre técnico es “Uso adecuado de la cesárea mediante la toma de decisiones de calidad por parte de mujeres y profesionales de la salud” (QUALI-DEC por sus siglas en inglés). Tiene como fin “mejorar la toma de decisiones sobre el modo de nacimiento”. Equipos de los Hospitales de la Ciudad que participan en el proyecto QUALI-DEC junto a los integrantes del Centro Rosarino de Estudios Perinatales Guillermo Carrolli es médico especialista en obstetricia, director del CREP, institución colaboradora con la Organización Mundial de Salud en Salud Materno Infantil y pieza fundamental del proyecto QUALI-DEC. Carrolli, junto al equipo del CREP, visita con frecuencia los Hospitales de la Ciudad para acompañar a los equipos y conocer los avances del estudio: “Elegimos estas instituciones por los registros válidos, certeros y actualizados del sistema informático perinatal que poseen”, explica el doctor Carrolli. Además, “era imprescindible que las instituciones se encuentren en una distancia cercana entre ellas para tener un radio de acción rápido y que sus equipos trabajen en conjunto”, agrega. Los hospitales en cuestión son Argerich, Maternidad Sardá, Fernández, Álvarez, Santojanni, Ramos Mejía, Piñeiro y Vélez Sarsfield. Por otro lado, remarca el seguimiento y el control que se les realiza a las mujeres que eligen tener a sus bebés en estas instituciones, y el número significativo de partos anuales que tienen, aproximadamente 1.000, con el objetivo de que los indicadores del estudio tuvieran estabilidad y credibilidad. Equipos de los Hospitales de la Ciudad que participan en el proyecto QUALI-DEC junto a los integrantes del Centro Rosarino de Estudios Perinatales Por su parte, Ariel Golubicki, quien está a cargo del Área Materno Infantil del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, cuenta que “el proyecto QUALI-DEC fue muy bien recepcionado por el Departamento Materno Infantil, dado que el aumento de las cesáreas en las maternidades de CABA es una preocupación, y esto permite tener un abordaje integral del problema”. Además, agrega: “Por un lado, se revalorizó la información perinatal que recogemos de todas las maternidades a través del Sistema Informático Perinatal (SIP), y sirvió para revitalizar los servicios de obstetricia después de los dos años de pandemia y empoderar a las mujeres en sus decisiones para la culminación del parto”. Desde el CREP explican que “hay muchas embarazadas y bebés que son innecesariamente expuestos a los riesgos asociados a las cesáreas”. Y detallan: “Cuando una cesárea tiene justificación clínica, su aplicación disminuye la morbi-mortalidad materna y perinatal. Pero cuando aumentan sin justificación clínica, también aumenta la morbimortalidad”. Para reducir las “cesáreas innecesarias”, es decir aquellas que se podrían evitar por no estar asociadas a factores médicos, se demostró que existen otras intervenciones efectivas, seguras y no clínicas, que son las que se practican en los Hospitales de la Ciudad. El estudio consta de la presencia de la figura de “líderes de opinión” en los Hospitales, que suelen ser los Jefes de Servicios de Obstetricia, y son el nexo entre el estudio y las mujeres embarazadas. Ellos son los promotores de una comunicación más fluida acerca de los beneficios y los riesgos del parto vaginal y cesáreas. Además, se instrumentó que la mujer esté acompañada por alguien que ella elija en el preparto y parto y que esa persona sepa cómo manejarse para brindar un acompañamiento de calidad. La última intervención se denomina “auditoría”, y es el análisis de las cesáreas en las mujeres de bajo riesgo de cesáreas para constatar si esa conducta pudo ser o no ser modificable y para tener luego una conversación formativa y de retroalimentación en equipo. Una vez terminado el período y con datos, la experiencia recogida en los Hospitales de la Ciudad de Buenos Aires podría ser trasladada y tomarse como referencia en diferentes partes del país, ya que el aumento de las tasas de cesáreas es una realidad a nivel nacional”, expresa Carroli. Equipos de los Hospitales de la Ciudad que participan en el proyecto QUALI-DEC junto a los integrantes del Centro Rosarino de Estudios Perinatales ¿Cuáles son las causas que provocan un aumento de cesáreas en todo el mundo? El doctor Carrolli explica que en primer lugar está la falsa sensación de seguridad de que “todo va a estar bien”. Y agrega: “Hay otras causas como la edad avanzada de las madres, obesidad o el aumento del tamaño fetal, pero fundamentalmente, se trata de la falta de conocimiento de los riesgos por parte de las mujeres. La cesárea no es algo inocuo, que vos entras un día al quirófano y ya está”. La OMS estableció aproximadamente, con las variaciones particulares de cada país, que un 15% de las cesáreas que se practican actualmente era un porcentaje razonable. Es decir que, hasta 15% de las cesáreas que se llevan a cabo tenían el máximo de los beneficios y el mínimo de los riesgos. A partir de ahí empiezan a aparecer más riesgos, y se empiezan a hacer cesáreas a mujeres que no las necesitan clínicamente. “Nosotros también hicimos estudios para corroborar que efectivamente fuese así. El resultado fue que a mayor índice de cesáreas, mayor aumento de riesgos, porque simplemente aumenta el número mujeres que entran a terapia intensiva, riesgos de mayor hospitalización, infección, hemorragia, o extracción de útero. En el bebé también vimos que aumenta el riesgo de muerte al nacer. También hay un aumento de internación en terapia intensiva de los chicos al nacer”, cierra el doctor del CREP.