Un nuevo ‘feriazo’ a precios populares se llevó adelante la semana pasada frente al Congreso nacional.
Bajo el lema “Menos libre mercado, más agricultura familiar, campesina e indígena”, se trató de una actividad organizada por la rama agraria de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP).
En la plaza se instalaron diversos puestos de alimentos agroecológicos, pescado, panificados, productos regionales, miel, salamines, embutidos y comidas sustentables; y las ferias se replicarán también en otros puntos del país.
Al respecto los organizadores señalaron que “las políticas actuales favorecen la concentración de la tierra para la exportación de granos sin valor agregado (con la soja a la cabeza) y los emprendimientos inmobiliarios en tierras previamente dedicadas a la explotación agropecuaria. Así, se encarece el valor de la tierra y se destruye la producción de alimentos frescos, saludables y a precios justos”, denunció la organización en un comunicado.
“Los tarifazos multiplicaron por cuatro los costos de luz para los campesinos y pequeños agricultores, un insumo imprescindible para distintas etapas de la producción, como el riego y la provisión de agua a los animales”, añadieron.
Señalaron también que “el precio de las semillas sufrió un aumento exponencial, se cerró el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) y se echó a sus trabajadores”.
Entre otras medidas adoptadas por el gobierno de Javier Milei, la UTEP recordó que “se abrió la importación de alimentos (mientras que los países llamados “desarrollados” limitan la llegada de nuestra producción para preservar la propia), y se dieron de baja programas centrales para la asistencia alimentaria, como el Pro Huerta”.
“Esa problemática se hace visible en los centros urbanos cuando los precios de los alimentos se multiplican en las verdulerías y carnicerías”, afirmaron. Señalaron también que “el precio de las semillas sufrió un aumento exponencial, se cerró el Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena (INAFCI) y se echó a sus trabajadores”.
Asimismo reclaman “la reapertura de los programas vinculados a la producción de alimentos, la reducción del valor de los servicios públicos para productores inscriptos en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar y el cumplimiento con presupuesto de la Ley de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar”.
También la “apertura y financiamiento de mercados de cercanía, sin aquellos intermediarios que encarecen aún más el precio final”.