A 20 años de la sanción de la Ley 25.929 de Parto Respetao , la violencia ginecobstétrica sigue siendo una problemática de mujeres y personas gestantes. Por eso se movilizaron el viernes en Congreso.
A 20 años de la sanción de la Ley 25.929 de Parto Respetado, norma que garantiza que toda persona tiene derecho a un parto en el que se respeten sus tiempos, a no ser discriminada, a que se valore su intimidad, a elegir quien la acompañe durante el parto, el trabajo de parto y el posparto y, entre otros derechos, establece que junto con su familia reciban toda la información necesaria y en un lenguaje claro, sea informadx sobre su estado y la evolución del parto, y el estado de su hija o hijo.
Pero los números de diferentes organismos en Latinoamérica y en la Argentina, donde el Observatorio de Violencia Obstétrica Argentina (OVO) muentran, sin embargo, situaciones de maltrato, discriminación y falta de respeto por la autonomía de la persona gestante.
Desde la Campaña Nacional Contra la Violencia Ginecobstétrica Mi Parto Mi Decisión, en el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, realizaron una movilización el pasado viernes, en la plaza del Congreso de la Nación y en plazas de diferentes provincias.
Fue la Segunda Movilización Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica y Neonatal. “¡La marea roja vuelve a teñir las calles!”, impulsa la convocatoria. “A 20 años de la sanción de la Ley de parto humanizado, nos siguen violentando en los consultorios ginecológicos, en los partos y en los nacimientos. Porque siguen habiendo presas por abortos y emergencias obstétricas. ¡Estamos hartxs!”
Semana del parto respetado
La efeméride nace en 2004 por iniciativa de la Asociación Francesa por el Parto Respetado (AFAR). Este grupo año tras año establece un lema que se replica en el resto de los países. A lo largo de esta semana, entonces, se busca visibilizar, promover su difusión y realizar acciones de concientización.
«En Argentina, este año se cumplen, también, 20 años de la sanción de la Ley de Parto Respetado (Ley 25.929). Una ley importantísima conseguida a partir de la lucha y el compromiso de activistas que iniciaron un camino de cambio muy importante», detallan desde la Campaña Nacional contra la Violencia Ginecobstétrica.