Ahora existe una ley en suelo porte??o que ordena a los importadores y a los distribuidores a hacerse cargo de las pilas usadas. La idea es que implemente??progresivamente hacia?? fin de a??o.
La Legislatura porte??a orden?? hoy la creaci??n de un plan llamado «de gesti??n ambiental de pilas en desuso», con el fin de?? obligar a los importadores y los distribuidores a desplegar y financiar un circuito de recuperaci??n y disposici??n de estos art??culos.
Seg??n datos del Ministerio de Ambiente y Espacio P??blico, los porte??os consumen 19 millones de pilas por a??o, es decir, un promedio de doce unidades por persona
Es un paso importante ya que la Ciudad no contaba con ninguna norma de estas caracter??sticas y se buscar?? implementarla progresivamente antes de fines de a??o.
Dicha norma categoriza a las pilas como residuos peligrosos, dado que est??n compuestas por «materiales peligrosos que se propagan en los ecosistemas cuando se los descarta de manera inadecuada». Los residuos peligrosos son aquellos «que por su tama??o, volumen, cantidad y/o sus potenciales caracter??sticas de peligrosidad, nocividad o toxicidad, deben sujetarse a un plan de gesti??n diferente al que se utiliza en los residuos s??lidos urbanos [RSU]».
Entre sus componentes, pilas y bater??as tienen mercurio, plomo, cadmio, manganeso, litio, zinc y n??quel. Estos metales pueden provocar da??os neurol??gicos y algunos fueron catalogados como cancer??genos.
La ley, sancionada con 53 votos positivos, abarca a las pilas de uso com??n, entendidas como toda pila o acumulador port??til cuya geometr??a es asimilable a las definiciones ANSI cil??ndricas AA, AAA, AAAA, C, D, N, prism??ticas 9V y pilas bot??n, que se encuentran disponibles en la ciudad para su compra minorista y mayorista.
El porcentaje promedio de pilas y bater??as agotadas que componen los RSU de la ciudad de Buenos Aires es del 0,0123% del total, unos 323 kilos por d??a, lo que equivale a 117 toneladas anuales desechadas de estos elementos.
Dentro del distrito no hay producci??n propia de estos productos sino que el 90% de las pilas alcalinas que ingresan provienen de tres grandes importadoras: Energizer, Newsan (importador de Duracell) y Rayovac.
La norma aprobada se basa sobre el principio de responsabilidad extendida del productor. Por eso convierte a eventuales futuros productores, importadores, distribuidores y comercializadores de pilas en encargados de su gesti??n en la etapa post consumo del ciclo ??til.
En 2008, se aprob?? un plan de gesti??n integral de pilas y bater??as recargables. Actualmente, la Ciudad cuenta con cuatro puntos verdes m??viles que recorren los distintos barrios y con dos puntos fijos, en Parque Centenario y Villa Devoto, para la recolecci??n de pilas recargables.
Deber??n presentar «un plan en forma individual o colectiva ante la autoridad de aplicaci??n»; «financiar e implementar» el circuito correspondiente con, por ejemplo, contenedores especiales en los locales de venta y en lugares de acceso p??blico para que los usuarios depositen los elementos usados.